La violencia íntima del socio (IPV) - conocida común como violencia en el hogar, y asociada de largo a la consumición - es un problema de salud pública importante. El examen de pacientes trató en los departamentos de emergencia urbanos (EDs) muestra que opción de lugares de consumición, tales como barras o restaurantes, y la cantidad consumida allí, aparece tener poca influencia en riesgo de IPV. Estos resultados y otros serán compartidos en la reuniónnd científica 42annual de la sociedad de la investigación en el alcoholismo (RSA) en Minneapolis el 22-26 de junio.
El examen del impacto del contexto social de la consumición en riesgo de IPV puede ofrecer la nueva información que podría ayudar a prevenir IPV alcohol-relacionado. Por ejemplo, si los ambientes frecuentados por los bebedores con normas sociales permisivas hacia la agresión - tal como barras “violentas” - se conectan a IPV, después las intervenciones podría apuntar esas barras aventuradas. O si bebe en contextos o fijaciones específicos tales como destacamentos se asocia a IPV, las intervenciones en el nivel de comunidad podrían limitar la consumición en esas fijaciones.”
Villancico B. Cunradi, científico mayor de la investigación en el instituto pacífico para la investigación y la evaluación
Cunradi discutirá sus conclusión en el RSA que se encuentra el domingo 23 de junio.
“Evaluamos asociaciones entre IPV y la frecuencia y la cantidad de consumición en seis diversos contextos: barras o pubs; restaurantes; el hogar de un amigo o de un pariente; su hogar; fijaciones públicas tales como parques y estacionamientos; y los centros de la comunidad, pasillos sociales o acciones grandes,” ella explicó.
El “aproximadamente 23 por ciento de la muestra denunció la implicación del más allá-año IPV,” ella dijo. Sin embargo, ella agregó, la consumición de contextos no contribuyó sustantivo a la frecuencia de la perpetración o de la persecución de IPV entre varones o hembras. Los factores que contribuían eran más complicados.
Los “resultados de nuestros análisis la mostraron que la escasez de la comida, el impulsivity, y las experiencias adversas de la niñez fueron relacionados con la perpetración de IPV entre hombres y mujeres,” dijeron. “Además, teniendo un socio que era un bebedor del problema fue asociado a la perpetración masculina de IPV; los días de uso de la marijuana fueron conectados a la perpetración femenina de IPV. Muchos de estos factores, y de tener un socio que era un bebedor del problema, fueron asociados a la persecución de IPV para ambos géneros. Los análisis anteriores, sin embargo, habían mostrado que la frecuencia de la intoxicación y de la consumición en peligro (4+/5+ bebe por el día para las hembras/los varones) aumenta la probabilidad de IPV.”
La dirección de IPV requiere una aproximación polifacética, Cunradi dijo:
Reducir el problema del cónyuge/del socio que bebe y que elimina la escasez de la comida puede ayudar a reducir IPV entre poblaciones social perjudicadas. Además, la prevención de las experiencias adversas de la niñez puede potencialmente reducir la salud futura y problemas del comportamiento y debe ser una prioridad de la salud pública.”